Porfirio

En Santa María donde vivo, no se escuchaba de esto, o mucha gente no sabe aun ahora si hubo guerra o no. Talvez últimamente escucharon que había aquí guerrilla y ejército luchando, pero realmente qué era lo que pasaba nunca supieron. En 1992 hubo una masacre en una aldea que se llama El Aguacate de San Andrés Itzapa, porque lo pasaron en la televisión, en las noticias, pero talvez no mucho de la aldea porque no todos tenían tele o televisor para ver las noticias.Pero siempre sonaba eso de que había guerrilla y ejército, pero realmente qué es lo que estaba pasando, mucha gente no sabía, me incluyo yo, como le decía en esa ocasión que se llegó saber eso mucho tiempo atrás por medio de que se dirían los periódicos ni salían todo lo que sucedía. Y me fui dando cuenta de eso en el lugar donde estaba estudiando porque sí nos decían que es lo que está pasando. Realmente hasta allí entonces fue que me fui interesando de qué estaba pasando en Guatemala.

Antes estaba eso de se llamaba reclutamiento forzoso. Fueron dos intentos que hicieron conmigo llevarme, pero en ese entonces yo tenía 13 años. Donde yo me quedé o me sacaron fue porque mi papá llegó a hablar a que no me llevara, pero sí a esta edad allí en Santa María y Santiago eran dos pueblos que estaban compitiendo que quienes tenían más muchachos en el ejército. Y para decirle, Santiago es la que tiene más gente, hubo más gente que fue reclutado, inclusive no los reclutaban, sino ellos se presentaban solos porque tenían esas ganas de pertenecer al ejército de Guatemala. Pero no sabían realmente a qué iban, a qué se iban a enfrentar, hasta cuando estaban ya en el ejército era que ellos se dieron cuenta cuál era la realidad lo que estaban viviendo ellos. Y mucho después se arrepintieron de estar allí pero no pudieron salir en este tiempo. Porque el que se saliera del ejército lo mataban, lo buscaban y lo mataban porque era un desertor del ejército.

Luego que allí en Santa María lo que se dio más fueron las patrullas de autodefensa civil. Pero realmente no hacían mayor cosa, sólo se presentaban los domingos, marchaban los domingos, había adiestramiento de ellos de combate, toda la cuestión, y lo que hacían ellos era rondar en la noche en el pueblo. Eran dos turnos, empezaban de las 6 hasta las 12 de la noche, y otro grupo entraba a las 12 para las 6 de la mañana. El ejército llegaba una vez por mes se quedaba una semana. Viendo eso, la gente no sabía qué es lo que estaba pasando, pues como le decía, como le vuelvo a repetir, mucha gente de allí de mi aldea no saben realmente qué pasó en Guatemala.

Vivir en carne propia alguna cosa así de familia desaparecido y todo eso yo no lo viví, pero sí se escuchaban estas cuestiones y sí aparecieron muertos allí alrededor de la aldea. Aparecieron tres, cuatro amarrados o tirados en las cunetas, pero no era gente de allí, era gente que venía de otro lado. Y la violencia o cuerpos que aparecieron en este entonces eran gente secuestrada o gente que decían que pertenecía a la guerrilla, era lo que más se escuchaba, luego nada.

Lo más que escuché de la violencia directamente fue por un tipo con el que fui a la escuela. Él se unió al ejército y se hizo kaibil, una de las fuerzas de comando especiales, ya sabe, son los que usan boinas color rojo oscuro. En su uniforme ellos llevan un parche con una espada brillante. Muchos muchachos querían ser parte de ellos porque les gustaban esos uniformes y pensaban que se verían guapos y que les gustarían a las muchachas. Además, creo que les pagaban un poco más.

Me encontré con este tipo en un bar en la capital varios años después. Casi no lo reconocí, sus ojos estaban bien colorados, estaba tan borracho que se caía al piso. Se agarró de mí y empezó a hablar. Me contó cosas que había hecho, cosas tan horribles, repulsivas y degradantes que nunca se las conté a nadie. No creerías las cosas que me contó. Antes era un tipo agradable, un poco salvaje, pero buena persona cuando estábamos en la escuela. Ahora estaba loco. Dijo que hizo cosas por las que ahora se odiaba a sí mismo. Se odiaba tanto que lo único que quería hacer era tomar. Nadie en nuestra aldea le hablaba. Era joven también. Ahora parecía que su vida había terminado.

Talvez uno de los objetivos de la guerra civil era exterminar a la gente pobre, o exterminar a las diferentes etnias indígenas que existen, porque la mayoría de los que estaban en el ejército eran indígenas, y los que conformaban a la guerrilla también eran indígenas, y entre ellos se estaban matando. Talvez uno de los objetivos de la gente poderosa de Guatemala era de acabar con ellos, y estar ellos tranquilos en sus lugares, pero talvez lograron en una parte. Pero quedó la mayoría de la gente todavía y es gente que está luchando todavía por sobrevivir y por salir adelante. Creo que en Guatemala es el único país a nivel de Centroamérica que tiene bastante gente indígena todavía. Creo que la idea de esta gente que está en el poder es que mientras que exista la gente indígena ellos no pueden estar tranquilos. Y la única forma es estarlos reprimiendo, hostigándolos de diferentes formas que existe en Guatemala.

Creo que la guerra tiene todavía secuelas, tiene todavía ciertas cuestiones que aún existen y esto ha hecho todo el país muy inestable. Creo que esa firma de la paz no ha funcionado realmente, pero eso es por la misma cuestión social que existía antes fue que explotó esa guerra. Talvez lo que cambió es que ya no se escucha guerrilla, el ejército sigue estando en el poder. Aquí en Guatemala el militarismo es el que manda y no el gobierno.